Inocencia

– ¿tú eres un policía bueno?
– por supuesto niño.
– ¿y vas a cuidar a mi abuelita, Johari?
– claro que sí, ¡que bonito nombre!.
– a mí también me gusta mucho, mi abuelito dice que significa “joya”, nos cuenta que es su piedra preciosa, su tesoro.
– debe ser muy linda, y ¿adónde está ella?
– está en la casa, muy enferma.
– ¿y vas a cuidar a mi abuelito, Sharik?
– muy de seguro muchachito. ¿Sharik? ¡es un nombre muy especial también!, y ¿adónde está él?.
– atrás mío, ¿lo ves?, es el hombre de anteojos. El siempre me cuenta historias muy bonitas de su país; Etiopia. Él me contó que su nombre significa: “alguien a quién el sol siempre alumbra”. Pero parece que en éste país que vivimos eso no es verdad, porque el está triste y siempre repite: “acá no me quieren ni me respetan, el sol, el sol de mi Banna querida, ya no me alumbra ni me protege”. Tu ¿has estado en Banna?
– no, ¿dónde queda?
– en Etiopia, es el pueblito dónde nacieron mis abuelitos, hay muchas vacas y tradiciones. Mi abuelito me contó que tuvo que pasar una prueba muy difícil para poder casarse con mi abuelita. La del “salto de las vacas”. Debe saltar sobre un grupo de vacas alineadas, y debe hacerlo dos veces y en ambas direcciones. Y el lo logró, por eso el padre de Johari, le entregó su “tesoro” a mi abuelito, para que siempre la cuidara y nunca le falte nada.
– que interesantes y bonitas historias y muy lindos sus nombres. Claro que los voy a cuidar a los dos, no te preocupes.
– si, pero yo quiero que lo cuides más a él, que a ella.
– ¿y eso porqué?
– porque mi abuelito siempre cuida mucho a mi abuelita, pero a él nadie lo cuida y me da miedo. Cuando va por la calle muchas veces le gritan y le hablan mal. Un día no lo dejaron entrar a un cinema, a pesar que iba conmigo. Otra vez le pegaron muy fuerte, y lo insultaron.
– ¿y qué le decían?
– le gritaban ¡negro! ¡negro! ¡negro! Mi abuelita no tiene el mismo color de mi abuelito. ¿Es malo ese color?
– no niño, no es nada malo, es un color tan bonito y especial como cualquier otro. Yo siempre voy a proteger a tus abuelitos, y a tí también.
– entonces cuando sea grande, yo también voy a ser un policía bueno; ¡como tú!.                          

 Eduardo Rocha - 03.06.2020